Nosferatu

Los chiquillos de Caín reciben el nombre de "los Condenados", y ningún vampiro lo refleja tanto como los desdichados Nosferatu. Mientras los demás Vástagos siguen pareciendo humanos y pueden mezclarse con la sociedad mortal, los Nosferatu están retorcidos y desfigurados por la maldición del vampirismo. Otros hablan de la marca que puso Caín sobre todo el clan por las monstruosas fechorías de su fundador Antediluviano. Sufren el desprecio y el rechazo de los demás Hijos de Caín, que los consideran repulsivos y sólo se relacionan con ellos si no hay más remedio.

Después del Abrazo los chiquillos Nosferatu sufren una agónica transformación, convirtiéndose en asquerosos monstruos en cuestión de semanas. El horror de esta involución física suele provocar un truma psicológico. Incapaces de caminar entre el ganado, los Nosferatu deben recluirse en cloacas y catacumbas para siempre.

Suelen escoger para el Abrazo a mortales con problemas físicos o emocionales, viendo en la maldición del vampirismo un posible medio para redimirse. Sorprendentemente, funciona con bastante frecuencia. Muchos Nosferatu son notablemente equilibrados y pragmáticos, evitando las obsesiones, arranques y cóleras de sus parientes más agraciados. Esto no quiere decir que las Ratas de Cloaca sean una compañía especialmente agradable; de hecho, algunos miembros del clan se deleitan con la sorpresa y el horror que provoca su grotesca imagen.

Los Nosferatu son supervivientes por excelencia. Pocas criaturas, mortales o no muertas, conocen los callejones y rincones oscuros de una ciudad como ellos. Además, se han convertido en maestros del sigilo y el espionaje; dan mucha importancia a mantenerse al tanto de todos los asuntos y chismorreos, no sólo por palcer, sino para sobrevivir. Son traficantes de información sin rival y pueden exigir elevados precios a cambio de compartir su conocimiento. Usando su Disciplina de Ofuscación escuchan las conversaciones ajenas desde sus escondites, o sentados en sus reuniones "secretas". Si un Vástago quiere saber algo de los acontecimientos o los habitantes de una ciudad, hará bien en consultar a los Nosferatu.

Los milenios de deformidad y abusos compartidos han forjado fuertes lazos entre los monstruos. Los Nosferatu dejan atrás las rencillas y rencores omnipresentes en los demás clanes, prefiriendo trabajar en equipo. Se tratan unos a otros con meticulosa cortesía, compartiendo información fratuitamente. Meterse con un Nosferatu es meterse con todos ellos... y puede ser una verdadera metedura de pata.

Apodo: Ratas de Cloaca.

Secta: Por sorprendente que parezca, el clan pertenece a la Camarilla, a pesar de sus obvios problemas para mantener la Mascarada. Quizá valoren la seguridad de pertenecer a la secta, o simplemente quieran mantenerse cerca de los demás clanes para poder observarles. Con todo, hay bastantes Nosferatu en el Sabbat o que se consideran autarcas.

Apariencia: Ningún Nosferatu es igual a otro, aunque todos son repulsivos. Fauces llenas de colmillos, decoloraciones, tumores, agujeros en lugar de narices, orejas de murciélago, cabezas calvas y deformes, columnas retorcidas, garras, pieles arrugadas, llagas supurantes y dedos palmeados son sólo algunas de las características que pueden tener los miembros del clan. Su permanencia en cloacas y criptas asegura que su olor encaje con su aspecto.

Refugio: Su deformidad hace que muchos Nosferatu se refugien lejos de los ojos mortales, en cementerios, sótanos y almacenes abandonados. En las grandes ciudades hay progenies enteras que se ocultan en las cloacas y redes de metro. Estos "reinos", particularmente los más viejos, suelen ser mucho más amplios de lo que imaginan los mortales y Vástagos: laberintos subterráneos que se extienden por las oscuras profundidades, custodiados por monstruosos ghouls. Incluso los príncipes se muestran cautelosos con estos reinos.

Trasfondo: Los Nosferatu escogen a su progenie entre los rechazados por la sociedad, los vagabundos, los enfermos mentales y los irremediablemente antisociales. A veces, un Nosferatu vengativo Abraza a un mortal bello y vanidoso, contemplando divertido los efectos de la Maldición.

Creación del personaje: Los Nosferatu pueden tener cualquier concepto, pero los más frecuentes son los solitarios, marginales y vagabundos. Los Atributos Físicos o mentales tienden a ser primarios (¡y los Sociales no suelen pasar de la última categoría!). La Habilidad de Sigilo es muy apreciada en el clan, mientras que Supervivencia permite que las Ratas de Cloaca encuentren cobijo en las zonas que suelen preferir. A veces tienen Criados en forma de animales ghoul o incluso un Aliado humano o dos, pero los Trasfondos no tienen mucha importancia en el clan.

Disciplinas del clan: Animalismo, Ofuscación, Potencia.

Debilidades: Como ya hemos dicho, los Nosferatu son absolutamente horribles. Todos tienen Apariencia 0 (tacha el punto gratuito en este Atributo). Además, no pueden usar puntos de experiencia para mejorar esa puntuación. La mayoría de las acciones sociales basadas en la impresión, salvo las intimidatorias y similares, fallan automáticamente.

Organización: Aunque los Nosferatu no tienen los rígidos protocolos típicos de clanes como el Ventrue y el Tremere, su deformidad compartida crea una excepcional unidad en el clan. Rachazados y despreciados por las demás criaturas, los Nosferatu se mantienen unidos por necesidad y para no estar solos.

Linajes: Como casi todos los demás clanes, los Nosferatu tienen una contrapartida antitribu en el Sabbat, aunque esta rama no se diferencia mucho del tronco principal salvo en su ideología. Los descendientes de ciertos sires tienen a veces deformidades "características", pero pocos son distintos de forma significativa.

Cita: "Ven aquí, muchachito, ¿qué me dices de un beso? (tos gargajosa y resollante) ¿Qué pasa? ¿Nuestro enorme matón está asustado? No es divertido ser una víctima, ¿verdad? ¡Bueno, pues ve acostumbrándote, porque aún no has visto ni la mitad!"

ESTEREOTIPOS

Assamitas: Malo. Verdadera y jodidamente malo. Revuélcate en aguas fecales; puede que así no te muerdan.
Brujah: Hablan mucho de igualdad y toda esa mierda, pero se acobardan como todos los demás.
Gangrel: Comprenden... más que el resto, al menos. No hablamos mucho, y el silencio lo dice todo.
Giovanni: ¿Conoces ese olor que desprende mi piel después de un buen chaparrón? La Giovanni que yo conocí olía de esa forma desde dentro. Lo olí saliendo de su boca cuando intentó embaucarme con una "sociedad".
Lasombra: Unos bastardos muy, muy malos. No puedes fiarte ni de las sombras cuando estás entre ellos. Ni caerán fácilmente ni serán los primeros en hacerlo, eso te lo digo desde ahora.
Malkavian: Hay un olor desagradable en el viento, y no somos nosotros. Vigílales, observa lo que hacen. Cuando dejes de verles, corre o escóndete.
Ravnos: Fáciles de desdeñar. Muy, muy fáciles de desdeñar. Demasiado. Empiezo a pensar que podemos haber cometido un grave error...
Seguidores de Set: ¿Qué tienen que podamos necesitar? ¿Dinero? Ja. ¿Ropa elegante? Ja. ¿Un agradable apartamento? Ja. ¿¡¿Amantes?!? ¡¡¡Ja!!! No podéis corromper lo que ya está sucio, babosas de jardín.
Toreador: Esos sacos de pus se hacen fáciles de odiar, ¿verdad?.
Tremere: ¿De verdad creéis que los abracadabras y los ojos de salamandra os dejarán llegar al fondo de la Yihad? Idiotas. Que os divirtáis en el Infierno.
Tzimisce: En teoría puedo apreciar se pretensión de monstruosidad pura y dura, en cierto modo sencilla y modesta. En la práctica, son unos cabrones hijos de puta; los odio.
Ventrue: El pequeño lord se sentaba en su trono, el pequeño lord murió allí muy solo.
Caitiff: Patea o sé pateado, chuponcillo. Ya sé a por quién voy.
Camarilla: Venga aquí abajo y vuelva a darme esa orden, señor Príncipe. Claro, ya me lo imaginaba.
Sabbat: ¿De verdad creen que lo que hacen es liberador?